sábado, septiembre 16, 2006

De samurais

A propósito de: 隠し砦の三悪人 - Kakushi-toride no san-akunin (1958) - "La Fortaleza escondida" de Kurosawa



La peli:
Dos campesinos, huyendo de la guerra y tentados por barras de oro que encuentran escondidas en palos, acompañan sin saber quienes son a un general y una princesa de una dinastía derrotada. Toshirô Mifune es el general (que, por cierto, es a las pelis de samurais lo que Clint Eastwood a los westerns.)

La frase:
Cuando van huyendo con el oro escondido en palos, se esconden en la ciudad. Los campesinos no quieren saber nada porque están preocupados por el oro. La respuesta:

General Rokurota Makabe: "La roca se esconde entre las rocas y el hombre entre hombres."



De la revista "Historia", nociones sobre el Bushido: Bu-shi-do significa militar-caballero-caminos, y se lo considera el código de honor de los samurais. Sus preceptos:

Shojiki (rectitud)
La facultad de decidir cierta línea de conducta de acuerdo con la razón.

Yu (valor)
"Lanzarse a lo más encarnizado de la batalla y perecer en ella es cosa fácil y al alcance de cualquiera; pero el verdadero valor consiste en vivir cuando es justo vivir, y en morir cuando es justo morir"

Jin (benevolencia)
"No está bien en el cazador matar al pájaro que se refugia en su pecho"

Maiyo (honor)
El sentimiento de honor implica una conciencia de la propia dignidad personal. Cualquier infracción a esta integridad personal era sentida como una vergüenza insufrible. "El deshonor es como una cortadura en un árbol: el paso del tiempo, en lugar de borrarla, la hace mayor"



Chugui (lealtad)
En el bushido la lealtad a los superiores adquiere la máxima importancia. Sin embargo un samurai no debía hacer su conciencia esclava de un señor. Cuando un samurai no está de acuerdo con su superior dispone de tres caminos: utilizar todos los medios para convencerlo respetuosamente de que está en un error; si no tenía éxito, disponer que su señor hiciese con él lo que quisiera. O demostrar la veracidad de su punto de vista mediante el harakiri.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionada con tu inmersión en la cultura samurai, además de la vieja peli. En esa que se llamaba algo así como El último samurai, de hace pocos años, con quién era? (con Tom Cruise, acabo de buscar en google, me parecía pero no me lo hacía en ese papel), se veía bastante todo esto. Los principios van bastante bien hasta llegar a la lealtad. Ahí ya es rayano en la pelotudez, para mi gusto.

Edú dijo...

Lo que más admiro de Kurosawa y del temperamento Bushi es esa disposición a la sencillez, mal llamada muchas veces minimalismo, cuando en realidad la palabra justa sería ascetismo.

Y lo más interesante de estos hombres era la capacidad que tenían de pensar poéticamente en las situaciones más extremas. La composición de los haiku es una empresa muy difícil, no tanto por su métrica sino porque el haiku no usa metáforas o recursos retóricos. Un admirador de la poesía japonesa es Tarkovski.

Y otra cosa que tendría que haber ahondado en el post es l relación que tenían con la katana: para ellos era un objeto que contenía al mismo tiempo toda la capacidad creadora y toda la capacidad destructora. Y era literalmente el alma del samurai...