jueves, febrero 26, 2009

Viva Colonia!


Viva Colonia(Fc Version) - de Höhner

Da simmer dabei! Dat is prima! VIVA COLONIA!
Wir lieben das Leben,die Liebe und die Lust
Wir glauben an den lieben Gott und hab'n noch immer Durst.


Esta canción me la traje taladrandome el cerebro a la vuelta del fin de semana en Köln (Colonia). De lejos mi favorita dentro del nutrido repertorio musical carnavalsco. Gracias si llego a entender algo del estribillo, está todo cantado en Kölsch, dialecto alemán urbano apenas decodificable.

Salimos el viernes en coche a pasar carnaval en Colonia, donde se celebra de debò. Me fui manejando todo el trecho, lo más largo que hice hasta ahora. Salimos con Nuri y Daniela; a la ida hicimos escala en Frankfurt, cenamos en la casa nueva de Michael con Elena, Bárbara y Patrik, agradable velada de charla y risas.



El sábado retomamos camino, con Bárbara y Nicolas que se nos sumaron para seguir camino a Köln. La verdad que aunque es un excelente fin de semana para ir de fiesta (que fue lo que hicimos), no es el caso si uno pretende conocer la ciudad, ya que esta casi todo cerrado, incluyendo los museos. Apenas llegamos a entrar un momento, casi de casualidad, al Kölner Dom.

Pero bueno no nos podemos quejar mucho, porque fiesta si que había, y mucha. Nunca vi tanta gente disfrazada por la calle, día y noche. Las Kneipe todas reventando de gente, con musica carnavalesca (y algunas con algo más de variedad también, si no es para reventar). Y para alegría de quien escribe, con puestos de salchichas por todos lados.





Paramos en casa de Bart y Analía (francés y argentina) que viven allá. El ritmo fue de paseos comenzando al mediodía, seguidos de largas siestas antes de salir por la noche. Yo no andaba con ganas de estar disfrazado todo el día, pero por la noche si me vestí de mafioso, sugerencia de Nuri, construido a base de camisa negra, saco, corbata blanca, sombrero rastreado para la ocasión y pistola de juguete. Nuri se preparó traje de monja. Cumplió con su premisa de que un disfraz no se compra ni se alquila: se hace.




El lunes todavía nos quedamos alla, ya que era el día del desfile principal, siendo el Rosenmontag. Estuvimos presentes para las primeras horas del desfile, con varios grupos ataviados diversamente. Los componentes principales son los músicos (vientos y percusión, con notable profusión de una especie de xilofón) y los repartidores... porque la repartija de chocolates y golosinas diversas es descomunal. Muchas flores también.



Según lo grande del grupo venían con carrozas más o menos grandes desde las que tiran a la multitud los dulces y flores. En grupos más modestos los mismos músicos capaz repartían. Vuestros servidores formaron un eficiente equipo de trabajo, colectando tanto en cielo como en tierra, llevandose un interesante botín de Süßigkeiten y flores, que calculamos durará todavía una buena cantidad de días.



Ya después de un par de horas de desfile, pasadas las 3 de la tarde, nos fuimos a comer unas pizzas, y luego de una siesta (no era cuestión de que me durmiera al volante), emprendimos la vuelta. La verdad que aunque nunca tuve mucho espíritu de corso, disfrutamos mucho, en Colonia es verdaderamente una fiesta popular.




Carnaval Köln '09

viernes, febrero 13, 2009

Gucumatz



“-Claro que lo recuerdo, ¡no se crea un Universo todos los días!”

Con sonrisa cansada, Gucumatz se detiene un momento antes de continuar. Me pregunto cuantas veces le habrán pedido que relate la historia. Pienso que me soltará el mismo cuentito de siempre, el que esta escrito, el que conocemos todos ya hasta el hartazgo.

Sin embargo, tengo esperanzas. A pesar de su exclamación casi ofendida, me parece observar en esa pausa un intento por recuperar detalles y sensaciones sepultadas por el tiempo y el olvido. Una pausa necesaria para coordinar recuerdos desordenados de aquella época confusa y remota.

“-Antes de comenzar hablamos mucho con Tepeu al respecto... - comienza dubitativamente. Y se detiene otro par de segundos. –…Siempre hemos dicho que nuestro trabajo fue base del diálogo y trabajo conjunto. Y eso es hasta cierto punto verdad...”

Noto cierto resentimiento o frustración en su voz. Internamente mi corazón se acelera, presintiendo un atisbo de confesión, una variante en la historia. Pero en apariencia trato de mantenerme lo más calmo posible. No quiero arruinar la oportunidad que comienza a presentarse ante mí.



“-Si, si... que fue un trabajo en conjunto es, desde luego, cierto - continuó - pero lo de el diálogo... Trataré de explicarme: Tepeu siempre fue mucho más inquieto que yo. La idea del Universo desde luego fue suya. Él estaba harto de la calma, el vacío, la nada. Su ansiedad creativa lo desbordaba y yo, en definitiva, me dejaba arrastrar por su energía.”

“-Podríamos decir que, más que un trabajo en común, lo que hubo fue una división del trabajo. Eso, si… ese es el término apropiado: división del trabajo. Tepeu creaba; yo daba forma... Hablamos brevemente antes de comenzar, pero luego avanzamos prácticamente sin coordinación.”

“-Pero Gucumatz, no lo comprendo… - veo su inquietud latente, y, fingiendo sorpresa, trato de empujarlo para que continúe en esa línea, en esa explicación que yo desde hace rato sospecho- ¿Cómo dar forma sin coordinación?”

“-¡Exacto! Si, eso mismo me preguntaba yo en ese momento, ¿lo ve? Tepeu tiene un don formidable. Él es El Creador, si... y yo… en fin… ¿Qué es de la forma sin la existencia? Aquél fue el proyecto más grandioso que hice... y sin embargo...”



Gucumatz hace una breve pausa, pero esta vez no digo nada. Tal vez si lo presiono demasiado, la puerta que tanto me costó abrir volverá a cerrarse. Mi impaciencia es inmensa, pero me controlo. Respiro aliviado al ver que se dispone a continuar.

“-Fíjese, yo prácticamente corría detrás de él, tratando torpemente de ordenar su derroche. Me encontraba a diestra y siniestra con sus creaciones amorfas. Les tenía que dar forma, pero… ¿forma de qué? Tepeu nunca tuvo paciencia para los detalles. O sea… si que tuvimos un plan, no quiero exagerar tampoco. Pero yo apenas lograba mantener el ritmo y él avanzaba descontroladamente.”

“-Con el cielo y la tierra aún fue sencillo. Los primeros pasos eran desde luego los que habíamos logrado acordar al mayor detalle. Sin embargo, al llegar a los animales, a la vida... la verdad que se me fue de las manos. Tepeu estaba como en trance, en explosión creativa; y yo, sin saber qué se suponía que tenía que hacer. Lo hice lo mejor que pude, ¿sabe? Y la verdad que hoy me siento orgulloso de la belleza de mi obra. Pero jamás tuve que improvisar tanto. Di forma a osos, panteras, serpientes... En fin, ya conoce usted la lista... Tuve que darles forma a todos, casi sin pensar.”




“-Tras infinidad de creaciones se detuvo finalmente Tepeu un instante. Siempre se dijo que nos decepcionó como dioses que nuestras creaciones no pudieran hablar, y menos aún decir nuestros nombres. Y así fue..., si. Yo también estaba un poco decepcionado. Pero Tepeu… él estaba furioso. Y me reprochaba por haber malogrado sus creaciones.”

Ahora yo ya siento que puedo abordar la cuestión sin cuidado, veo que su necesidad de desahogarse se ha vuelto imperativa. “– ¿Y a pesar de eso, siguieron sin diálogo? – le pregunto -¿Se sucedieron los errores con el hombre, verdad?”

“-Precisamente, se repitieron los errores. Aunque diálogo, si que hubo. Pero más que diálogo lo llamaría discusión. Tepeu estaba especialmente intratable. Con el hombre fueron un par de ensayos más, pero esta vez yo me pude preparar mejor. En realidad, a esta altura, Tepeu, el Creador, repetía y repetía sus acciones de forma monótona y sin la menor variación. En cambio yo, Gucumatz, el que da Forma, mejoraba en cada intento.”

“-Él me seguía reprochando a cada resultado imperfecto, me acusaba de distorsionar su visión. Y entonces ocurrió: cuando finalmente se dio cuenta de lo que estaba pasando, fue cuando su ofuscación y furia se transformaron en pánico. Pero ya era demasiado tarde.”




“Él acababa de repetir su rutina... si no recuerdo mal, fue al tercer intento, aunque acaso hayan sido infinitos. Independientemente, el punto es que, en ese momento, en ese instante en que pude leer el terror en su mirada, lo supe: supe que esa vez la forma que estaba por dar sería perfecta, ¡sublime! Y así fue: la inteligencia, la capacidad, la belleza… Desde luego que esos hombres podían decir nuestros nombres, si lo veían todo… ¡Lo entendían todo! Y lo primero que hicieron fue agradecernos.”

A partir de ese momento todo mi esfuerzo se volcó en recordar cada palabra. Ya no hacía falta mi voz, pues era claro que Gucumatz ya no me hablaba a mí: se hablaba a si mismo.

“Cuando Tepeu logró asimilar la perfección de mi forma, la belleza del resultado, el pánico dio lugar a unos celos descontrolados. El Creador era desde luego demasiado orgulloso para reconocer lo sublime de mi contribución. Así fue que, por un instante, Tepeu se convirtió en El Destructor.”



“-Antes de que yo pudiera reaccionar, los desdibujó y los cegó, de modo que a partir de entonces sólo pudieron ver lo poco que ocurría a su alrededor, arrastrándose como sombras de lo que habían sido. Me dijo que era inaceptable, que eran demasiado iguales a nosotros mismos, y que eso no lo podíamos permitir. Pero desde luego era sólo él quien no lo podía permitir, o, más bien diría, admitir.”

Siguió un largo silencio. Yo respiré con cierto alivio, habiéndolo finalmente escuchado de sus propios labios. Pero me quedaba una sola pregunta, una sola frustración:

“-Pero no comprendo Gucumatz, ¿Cómo es que has callado todo este tiempo? ¿Por qué la historia que contaron luego es tan diferente?”

“-Mi amigo, esta historia se la he contado a Usted, y a Usted solamente, no espere que la repita. Ya incluso en ese mismo instante comprendí que yo nunca podía ganar, que mi batalla estaba perdida antes de comenzar.”

“Y no sólo era eso, imagínese, ¿Quién podría jamás concebir como tolerable un Universo creado desde la improvisación y la destrucción?”

viernes, febrero 06, 2009

Middlesex

Middlesex
Jeffrey Eugenides
[2002]
librarything

Este lo encontré en la libreríade libros en inglés, Walrus Books, en Estados Unidos (la calle, aclaremos...) No es mucho spoiler que les diga que el protagonista es hermafrodita; se anuncia en el primer párrafo del libro. En principio debo decir que no me entusiasmaba demasiado, pero me dejé convencer por los comentarios de la contratapa.

Con semejante personaje, la historia podría haberse regodeado en lo obvio, llamémosle "busqueda de indentidad", que por supuesto que la hay y que está relatada de manera entretenida. Pero Middlesex es más que eso. Es una épica familiar, la historia de una familia, casi se diría, en exilio permanente... de origen griego, habitantes en territorio de Asia Menor, en Bursa (hoy Izmir), por tanto bajo ocupación turca (y así quedó ya). Dos escenarios se suman: Detroit y Berlin.

Me atrevería a decir que Middlesex es la segunda novela en primera persona, entre las que he leído, en la que el narrador tarda más en nacer (hay que esperar hasta la 3ra parte).
Otro detalle que me interesó, es que incorpora con mucha habilidad a la historia los eventos históricos de los tres escenarios principales. No sólo como anécdota, sino como parte vertebral de la historia. Otro detallito interesante son pequeños pasajes de reflexión al margen sobre "lo alemán", que recuerdo particularmente. Jeffrey escribe con gracia y a pesar de ser un libro relativamente voluminoso se deja leer bastante rápido.

The once-divided city reminds me of myself. My struggle for unification, for Einheit. Coming from a city still cut in half by racial hatred, I feel hopeful here in Berlin.

"It was terrible. Terrible!" Desdemona still cried fifty years later, describing those years. Throughout my childhood the slightest mention of the Depression would set my yia yia off into a full cycle of wailing and brest-clutching (...) She would go limp in her chair, squeezing her face in both hands like the figure in Munch's The scream.

"Why don't you go back to your own country?" One of them shouted.
"This is my country", Lefty said, and to prove it he did a very American thing: he reached under the counter and produced a pistol.

Ecstasy. From the greek Ekstasis. Meaning not what you think (...) [, but] literally: a state of displacement, of being driven out of one's senses. Three thousand years ago in Delphi the Oracle became ecstatic every single working hour. That night in a hunting cabin in northern Michigan, so did Calliope. High for my first time, drunk for my first time, I felt myself dissolving, turning to vapor.

miércoles, febrero 04, 2009

La Bohème


La Boheme- Musettas Waltz - Puccini

Hacia el final de enero nos hicimos una escapadilla en banda a Nuremberg, desde Praga no habíamos ido a ver ópera... por fin, animados por más interesados, fuimos a ver una de mis favoritas, La Bohème, de Giaccomo Puccini.

La Bohème
Sonntag, 25.01.2009 - Opernhaus Nürnberg

Dirección musical: Christoph Gedschold
Escenario: Andrea Raabe
Elenco:
Christian Helmer (Schaunard), Melih Tepretmez (Marcello), Miklós Sebestyén (Colline), Hrachuhí Bassénz (Mimi), Melanie Hirsch (Musetta), Hartmut Schmiedner (Benoit), Vladislav Solodyagin (Alcindor), Hyoung-Jong Ham (Sergeant), Dariusz Siedlik (Zöllner), Timothy Richards (Rodolfo).

Aunque andábamos por arriba, con visión pero a costa de tortícolis, la puesta me gustó. Al escenario le faltaba un pelín pero ambientaba bien el Quartier Latin y la buhardilla de los protagonistas.



Los cantantes estuvieron bien. Se destacó para mi Musetta (Melanie Hirsch).
A mi me encanta el revuelo del segundo acto, disfruté mucho con el Vals de Musetta, uno de mis pasajes favoritos. No es la primera vez que un personaje secundario brilla más que el principal... aunque Hrachuhí Bassénz como Mimí también estuvo bien y los muchachos cumplieron.

Nota: el Rodolfo de las fotos no es Timothy Richards... el resto si no me equivoco son los que estaban en la función a la que fuimos.

Fotos: © Jutta Missbach










Posiblemente el punto más flojo de la noche fue que la orquesta tocaba un poco demasiado fuerte. No es que uno sea entendido ni mucho menos, pero era bastante notorio que llegaba a tapar el canto. Al punto que alguien, al retomar del intervalo el tercer acto, grito desde la platea que le aflojaran con el volumen. Nunca había visto algo así. Y aunque razón no le faltaba, loco, no estás en una cancha de fútbol!!