La visita es interesante, y esta lleno de naves de precios inalcanzables. De todos modos, siendo no tan variado, no resulta tan espectacular como el Museo de la Mercedes, que está por la misma zona.
Lo que está bien resuelto en cuanto a funcionalidad y estética es el edificio. El flujo entre los pisos es continuo y orgánico. En el fondo blanco hospital destacan los autos. Me gustaron también los conos locos reproduciendo los ruidos de los diferentes motores. También estaban interesantes muchos de los videos, por ejemplo las explicaciones aerodinámicas, videos de carreras viejas, etc.
Lo dicho, para pasear un rato esta bien y vale la pena, pero puestos a elegir vayan primero al Mercedes.
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1 comentario:
Jamás se me ocurriría ir a un museo de autos, salvo por los muy antiguos. Pero lo que me parece divino de éste es la arquitectura y presentación.
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